lunes, 2 de noviembre de 2009

“La familia pesa más que el colegio en el éxito del escolar”.

Esta noticia se publicó el día 23/09/2009 en el periódico El País. La autora de la noticia se llama Cristina Castro.

Esta noticia fue comentada en clase hace varios días pero aun así me gustaría reflejar mi opinión de nuevo. En clase debatimos acerca de las ideas que la autora de la noticia refleja en la misma. La mayoría de nosotros coincidíamos en las opiniones. Personalmente, no estoy de acuerdo con algunas de ellas. Veámoslas.

Según la autora de la noticia, para explicar el éxito y el fracaso escolar en España hay que mirar a varios puntos y el principal de ellos es el nivel educativo de los padres.

Pienso que el nivel educativo de los padres no debe tenerse en cuanta o su impacto no es tan mayor como puede ser el de otros fenómenos. Para mí, las relaciones que se establecen entre los distintos compañeros de clase e incluso las relaciones con los profesores si se han de tener en cuenta a la hora de evaluar el éxito o fracaso escolar.
Son muchos los casos en los que un niño/a no mantiene buenas relaciones con sus compañeros o algún profesor. La buena o mala relación influye en sus estudios. El otro día, por ejemplo, me encontré con una amiga que está cursando 3º de la E.S.O. Me comentaba que las cosas por el instituto iban a peor. Últimamente, había una muy mala relación entre los distintos compañeros de clase, diferenciando a dos grupos clave: los líderes y los sumisos. Había alumnos que estaban asustados y es que en la clase no se podía estudiar. Hay varios alumnos que incomodan a los demás e incluso a los profesores, y con las abundantes peleas que hay en el centro y en clase, no se puede estudiar ni atender en condiciones.

Para mí, esto sí que influye en el fracaso o éxito escolar y no el nivel educativo de los padres. En mi caso, por ejemplo, he de decir que mis padres no han estudiado carrera y poseen el graduado E.S.O nada más. Eso no ha hecho que yo no pueda cursar mis estudios universitarios.

No estoy de acuerdo tampoco con los factores que contribuyen a la herencia del nivel educativo y estos factores son: los padres con educación superior son cinco veces más proclives a llevar a sus hijos al colegio con uno o dos años, la transmisión de aspiraciones (46 % más alta en los hijos de universitarios que en los de quienes tienen estudios primarios) y la posesión de recursos culturales y educativos en casa.

Pienso que no se puede generalizar y en la vida hay padres que deciden llevar al colegio a sus hijos con uno o dos años y otros deciden llevarlos más tarde. Él porque se puede deber a factores de diversa índole como por ejemplo, situación laboral, situación económica, motivos personales o simplemente forma de pensar en cuanto a la edad de escolarización del niño.

El hecho de tener un nivel educativo alto no significa que vaya a escolarizar a mi hijo a una edad más temprana que un padre que no tiene ningún tipo de estudios. Puede darse el caso de que ese padre con un nivel educativo muy bajo quiera que su hijo disfrute o tenga aquello que él no ha tenido.

En cuanto a las aspiraciones, pienso que eso es algo que no te debe inculcar tu familia, sino que debes decidir por ti mismo a donde quieres llegar, que quieres conseguir, que te gustaría llegar a ser, etc.

Una de las ideas o más bien opinión que me ha impactado con respecto a la noticia en sí ha sido la que dice que el riesgo de abandono escolar es un 86% mayor en hogares con un solo progenitor que en los de dos (en igualdad de condiciones socioeconómicas).

En mi opinión, el hecho de que una familia está formada por unos, dos, tres, cuatro miembros, etc y que en esta familia haya uno o dos progenitores (del mismo sexo o no, pues también se puede dar el caso y de hecho se da) no influye en el riesgo de abandono. No creo en ello y no me gustaría creerlo, pues soy de las personas que piensa que cuando uno quiere estudiar, por mucho que te digan los demás y en este caso también tú progenitor o progenitores no te va a influir. La educación que te dan tus padres, o tu padre o madre por separado será buena o beneficiosa en algunos casos y en otros no. Cuando hablamos de educación, debemos hacer referencia a la educación en sí y no atenernos a si en esa educación participa un padre, una madre o ambos a la vez.

En último lugar me gustaría decir que no sé hasta qué punto es bueno comparar a los países, ya sea a nivel económico, educativo, social, etc. Las características de un país son distintas a las de otros países y debemos hacer todo lo posible por mejorar, pero no por medio de la comparación.

La comparación desde mi punto de vista no es positiva. Debemos mejorar pero a nuestro ritmo y en función de nuestras características, capacidades, habilidades y recursos. No somos mejores ni peores, sino diferentes.

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