viernes, 23 de abril de 2010

Marginación y tercera edad.

El pasado 6 de Abril tuvo lugar la exposición del grupo formado por Ezequiel, Miriam y Elena. La temática a exponer fue marginación y tercera edad.

Antes de nada y para comenzar con el comentario de la exposición en sí, tengo que decir que me pareció muy acertada la idea de crear un telediario. Hasta el momento, no había presenciado una exposición tan original y novedosa.

Los miembros del grupo se valieron de diferentes cortos y reportajes a la hora de exponer. La idea de realizar un telediario con la ayuda de varios compañeros/as más me encantó, pues Clara Luisa, Marta, Irene y alguna otra chica más adquirieron la función de reporteras. Una buena forma de transmitir la realidad a la cual se acercó el grupo fue por medio de una interacción entre reportero/a e informante (Miriam, Elena y Ezequiel).

El grupo de trabajo me pidió que grabara la exposición. Me coloqué en una esquina de la clase y es ésta la razón por la cual no cogí ningún tipo de apunte. Estaba tan interesada y atenta en gravar y en atender a las palabras de los informantes y reporteros que deje atrás todo tipo de anotación.

La exposición de mayores y jubilación está muy relacionada con esta entrada y es por eso por lo que no quiero volver a repetirme. Solo tengo que añadir lo siguiente:

Cada cultura decide el valor que se le ha de otorgar a las cosas. En algunas civilizaciones, sociedades o pueblos, el valor y peso atribuido a la vejez es totalmente diferente a otras muchas. Como sabemos, tiempo atrás, la persona mayor era considerada como todo un sabio. Ahora sin embargo, y siempre evitando la generalidad, las personas mayores son reducidas en muchos casos a objetivos inservibles e ignorantes. Esta idea me lleva a pensar que dentro de una cultura también hay variaciones. Como ya he dicho, no podemos generalizar, y es que las personas somos diferentes al igual que lo son las familias. Los juicios y opiniones sobre la vejez son, por tanto, muy diferentes.

En mi opinión, cada vez que se trata en clase el tema de la tercera edad y sus consecuencias, llegamos a las mismas conclusiones. Mis compañeros y yo hablamos de la vejez como algo positivo, y es así como debe ser. Hacemos hincapié en que hacerse mayor no es malo. Todo el mundo a lo largo de su vida inicia y concluye una serie de etapas biológicas, pero claro, yo me pregunto lo siguiente: ¿Dónde quedan esas personas que consideran que ser viejo es como ser torpe, anticuado o inservible? Mi abuelo paterno tiene 83 años. Para mí, es la persona más buena e inteligente de mi familia. Me quedo con la boca abierta al oírle hablar de sus aventuras y vivencias personales. Él sin embargo se considera una persona ignorante, que no sabe escribir y apenas leer. Necesita de nosotros, su familia, para casi todo. Así es como se ve él. Sin embargo, y como ya he dicho, mi abuelo es muy inteligente aunque él no lo crea. Ha sabido adaptarse y evolucionar ante los tiempos que corren, pues a vivido una guerra civil y ha pasado hambre. Ahora sin embargo puede salir a la calle sin temor a nada. No sabe escribir y apenas leer pero sabe ir al mercado y hacer la compra sin ayuda de nadie. Podría llevarme horas y horas hablando de mi abuelo, pues como ya digo, para mí es una persona con una trayectoria y vida muy compleja. Esta intensidad y complejidad ha hecho que sea una persona inteligente, sabia, madura y tolerante a los cambios que se suceden.

Cuando algunos de mis compañeros se centran en el tema de mayores, enseguida me viene a la mente la imagen de mi abuelo. Cuando me reúno él trato de convencerle para que aprenda a escribir y leer. Yo misma haría de profesora. Él sin embargo no cambia de opinión. No quiere que le enseñe porque dice que él es muy torpe y aprender a leer y escribir es una pérdida de tiempo en su caso.

A mi abuelo le encantaba viajar y conocer gente y sin embargo, ya apenas sale de su casa. Mi familia y yo le insistimos en acompañarnos de viaje pero él se considera una carga y no quiere venir con nosotros.

Estos son varios ejemplos de otros muchos que podría mencionar. Cuando digo que en clase insistimos mucho en todos los puntos positivos de la vejez me refiero a que nos centramos en una pequeña parte de la realidad, pues existen muchas personas mayores que dejan a un lado las ganas de aprender y disfrutar, y entre ellas mi abuelo. ¿Qué hacemos con personas como él? Me gustaría que algunos de mis compañeros e incluso yo me hablaran de mayores como mi abuelo y me sugirieran alguna propuesta para estas personas mayores, pues como ya he dicho, dejamos a un lado una realidad muy abundante.

Me gustaría presenciar como todos los habitantes del planeta miran con buenos ojos a las personas mayores, pero aun no hemos llegado a tal punto. Continuamos avanzando pero a pasos muy pequeños, pues todo logro se ve amenazado por un nuevo acontecimiento. No hace falta ir muy lejos para darnos cuenta de que muchos mayores son aislados, abandonados a su suerte o llevados a una residencia mientras su familia disfruta de sus bienes. Es esa realidad la que me gustaría conocer y por la cual creo que debemos de luchar. Eso sí, no dejando a un lado a los mayores que quieren seguir perfeccionando y aprendiendo. Todos merecen reconocimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario